lunes, 18 de octubre de 2010

SOCIEDADES ECONÓMICAS DE AMIGOS DEL PAÍS

Las Sociedades Económicas (SEAP), surgieron en España, Irlanda y Suiza a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, en el marco de las ideas de la Ilustración.

Surgidas en los círculos culturales como organismos no estatales, tenían como fin promover el desarrollo de España, estudiando la situación económica de cada una de las provincias y buscando soluciones a los problemas que hubiera. Las sociedades se encargaban de impulsar la agricultura, el comercio y la industria, y de traducir y publicar las obras extranjeras que apoyaban las ideas de la fisiocracia y el liberalismo. Contaban con licencia real para constituirse y reunirse, y en su fundación intervinieron los sectores más dinámicos de la sociedad: importantes figuras de la nobleza y numerosos cargos públicos, de la Iglesia, del mundo de los negocios y los artesanos.

La primera en constituirse fue la Sociedad Bascongada de Amigos del País, fundada por el conde de Peñaflorida en 1765; diez años después se constituye, a iniciativa de Campomanes,1 la Real Sociedad Económica de Madrid.2 A principios del siglo siguiente ya se habían constituido 63 sociedades en las principales ciudades del país.

Campomanes y otras personas percibieron que España tardaba en desarrollar su potencia económica. Lamentaron la falta de industria y la baja productividad. Los pensadores liberales y los llamados afrancesados (administradores y pensadores influidos por el advenimiento de la dinastía de los Borbones) buscaron difundir los avances y el pensamiento de la Ilustración.

Del mismo modo, se formaron otras Sociedades de igual tipo en los territorios coloniales de la América Hispana como Chile,3 Nueva Granada4 (Colombia), Guatemala, Cuba,5 6 Puerto Rico,Ecuador, México, Perú, Panamá y Venezuela . En estos lugares, la misión de fomentar la industria chocaba con los dictámenes del mercantilismo, que enfatizó la primacía de la industria de la metrópolis; las colonias habían de comprar los productos de España. Además, en la cultura más conservadora de la América española, la misión de propagar la Ilustración encontró un camino más difícil, y la censura oficial.

Sin embargo, ciertos miembros de las Sociedades se atrevieron a traer varios libros prohibidos desde Europa, aún de la misma España, donde por ejemplo la Enciclopedia de Diderot se podía comprar. Entre los miembros de las Sociedades estos libros se compartieron. Es cierto que varias de las Sociedades de América nunca fueron más que el proyecto de un aristócrata aficionada, o una imitación de una novedad metropolitana. Con todo, varias Sociedades se destacaron en sus actividades, publicando ensayos sobre nuevos desarrollos en el mundo agropecuario, abogando por el libre comercio (cuando comerciantes españoles conservaban su monopolio). La de Antigua,Guatemala se cerró varias veces por orden del Intendente, por actividades supuestamente políticas. La de La Habana existe hasta el día de hoy.6 De manera que se puede ver el trabajo de estas Sociedades como un antecedente importante al proyecto de emancipación que nace después del cautiverio del rey en 1810.

En España y el nuevo mundo, las Sociedades fueron las cunas de nuevas formas de sociabilidad donde sus miembros se reunían en público para debatir los temas del día. En estas reuniones participaban personas de distintas clases sociales. Las Sociedades solían organizarse formalmente, conservando registros de las actividades de cada reunión, eligiendo oficiales (presidente, secretario, etcétera) para las funciones oficiales del grupo.

PEDRO RODRIGUEZ DE CAMPOMANES

BIOGRAFÍA

Hay pocos datos sobre su biografía dado que los estudios biográficos realizados hasta la fecha son bastantes pobres. Se cree que recibió educación básica enSevilla y que su vida estuvo volcada en la política, lo cual se puede asegurar por los numerosos cargos oficiales que desempeñó. Su pensamiento político ha sido clasificado como perteneciente al despotismo ilustrado y se opuso al monopolio gremial y de La Mesta, favoreció la expulsión de los jesuitasy la desamortización de sus bienes y promovió el comercio.

De 1747 es su espléndida obra Historia sobre la Orden y Caballería de los Templarios, uno de los documentos más importantes y completos sobre la Orden del Temple, el proceso que se le siguió y la muerte en la hoguera de sus dirigentes más destacados. También discurre minuciosamente sobre el destino de los bienes templarios.

Llegó a ser Ministro de Hacienda en 1760 y fue nombrado Fiscal del Consejo de Castilla en 1762que más tarde presidió. En 1763 pasó a ser miembro de la Real Academia Española, y en 1764obtuvo la presidencia de la Real Academia de la Historia.

En 1765 (año en el que publicaría su Tratado de la regalía de amortización) Campomanes fue nombrado Presidente del consejo de Mesta.

En 1775 se constituye, a iniciativa de Campomanes, la Real Sociedad Económica de Madrid.1Las Sociedades Económicas de Amigos del País, fundadas en el espíritu de la ilustraciónpretendían promover el desarrollo y la difusión de la cultura a todos los ciudadanos.

En 1780 recibió el título de conde de Campomanes, según una ley que permitía acceder a la nobleza a personas influyentes aunque sin tradición heráldica. En 1786, fue nombrado Presidente del Consejo de Castilla y en 1789 llegó a ser Presidente de las Cortes.

A su muerte se procedió a realizar un inventario de su biblioteca, el cual reveló el interés de Campomanes en los temas relativos al continente europeo, y el conocimiento de la realidad política y social de su época.

OBRAS

§ 1747 - Historia de la Orden y Caballería de los Templarios

§ 1765 - Tratado de la regalía de amortización

§ 1767 - Dictamen fiscal de la expulsión de los jesuitas de España

§ 1774 - Discurso sobre el fomento de la industria popular -en biblioteca Miguel de Cervantes

§ 1775 - Discurso sobre la educación popular de los artesanos -en biblioteca Miguel de Cervantes

GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS

Primeros años

Nació en el seno de una familia noble de Gijón, aunque sin fortuna. Tras cursar sus primeros estudios en Gijón, en 1757 marchó a Oviedo para estudiar Filosofía en su universidad. En 1760, bajo la protección del obispo local, parte hacia Ávila para realizar estudios eclesiásticos. En 1761 se gradúa en bachiller en Cánones (Derecho canónico) en la Universidad de Osma(Soria), obteniendo la licenciatura en la Universidad de Ávila en 1763. En 1764 fue becado en el Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, para seguir sus estudios eclesiásticos, graduándose de bachiller en Cánones. Allí conoció a Cadalso y a Campomanes.

Después de licenciarse ocupó en 1767 la plaza de magistrado de la Real Audiencia de Sevilla. Allí fue alcalde del crimen y oidor en 1774. En 1775fue uno de los promotores de la Sociedad Patriótica Sevillana, de la que fue secretario de artes y oficios.

Madrid

En 1778 consiguió el traslado a la Sala de Alcaldes de Casa y Corte en Madrid, en parte gracias a la influencia del duque de Alba, a quien había tratado en Sevilla. En Madrid entró en la tertulia de Campomanes, a la sazón fiscal del Consejo de Castilla, el cual le encomienda distintos trabajos que le satisfacen especialmente, reconociendo en Jovellanos un hombre de amplia formación y reconocida solvencia en el terreno económico. En 1780 accede al Consejo de Órdenes Militares. En 1782 formó parte de la comisión que puso en marcha el Banco de San Carlos. Fue miembro de la junta de comercio de la Sociedad Económica Matritense y, desde diciembre de 1784, su director. Redacta diversos estudios sobre la economía de España, entre los que tiene singular valor el Informe sobre la Ley Agraria en la que aboga por la liberalización del suelo, recogiendo el pensamiento liberal, norma sobre la que el Consejo de Castilla había volcado sus esperanzas para reformar y modernizar el agro peninsular.

Plenamente integrado en la vida cultural madrileña, fue miembro de la Real Academia de la Historia (1779), de la Real Academia de San Fernando (1780) y de la Real Academia Española(1781).

Sin embargo, el inicio de la Revolución francesa paralizó con Carlos IV las ideas ilustradas y apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores más avanzados.

Asturias

Tras la caída de su amigo Francisco de Cabarrús, Jovellanos se vio obligado a marchar de la Corte, desterrado, estableciéndose en su ciudad natal en 1790, donde redactó un Informe sobre espectáculos que le había encargado la Real Academia de la Historia y viaja por Asturias,Cantabria y el País Vasco para conocer la situación de las minas de carbón y las perspectivas de su consumo. Jovellanos ya se había mostrado favorable al aumento de la producción, para lo cual era preciso liberalizar la explotación de mineral. Tras sus viajes mineros presentó nueve informes con los resultados de su comisión y consiguió que se liberalizase parcialmente la explotación de carbón en 1793.

Entre 1790 y 1791 viajó varias veces a Salamanca para encargarse de la reforma de los Colegios de las Órdenes Militares. Como subdelegado de caminos en Asturias (1792) intentó acelerar la conclusión de las obras de la carretera a Castilla (que había comenzado en1771), a fin de terminar con el aislamiento de Gijón, pero la falta de fondos imposibilitaría su final.

A iniciativa de Jovellanos se creó en 1794 el Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogíaen Gijón, en el que intentó aplicar las ideas de la Ilustración en la enseñanza.

Últimos años

Tras la alianza con la Francia revolucionaria, Manuel Godoy pretendía realizar ciertas reformas y contar con los más importantes de los ilustrados, por lo que le ofreció a Jovellanos el puesto de embajador en Rusia que este rechazó. Sin embargo, el 10 de noviembre de 1797aceptó el puesto de ministro de Gracia y Justicia. Desde ese puesto intentó reformar la justicia y disminuir la influencia de la Inquisición, pero tras nueve meses en el gobierno cesó el 16 de agosto de1798 y volvió a Gijón. Allí proyectó la creación de una Academia Asturiana que tendría como función el estudio de la historia y de la lengua asturiana, y elaboró 200 fichas de léxico del asturiano.

En diciembre de 1800, tras la destitución de Mariano Luis de Urquijo como ministro de Estado, vuelve Godoy al poder, el cual ordena la detención de Jovellanos el 13 de marzo de 1801 y su destierro a Mallorca, primero al monasterio de la Real Cartuja de Jesús de Nazaret donde fue bien tratado por los monjes —en el actual municipio de Valldemossa— y luego a la prisión delcastillo de Bellver. Durante los años de prisión empeoran sus problemas físicos y aumenta su religiosidad. Poco a poco, y gracias a que conservaba el sueldo de ministro, compró muebles lujosos y muchos libros, pese a padecer cataratas. Liberado el 6 de abril de 1808, tras el motín de Aranjuez, rechazó formar parte del gobierno de José Bonaparte y representó a Asturias en laJunta Central y desde allí contribuyó a reformar las Cortes. Tras la instauración de la Regencia dejó Cádiz y llegó a Muros el 6 de marzo de 1810. Allí permaneció varios meses y escribió la justificación política de su actuación en la Junta Central, Memoria en defensa de la Junta Central, que se imprimió en La Coruña. Tras la marcha de los franceses de Gijón, el 27 de juliode 1811 dejó Galicia y volvió a Gijón, aunque un contraataque francés hizo que tuviera que marcharse una vez más. Enfermo de pulmonía muere en Puerto de Vega el 27 de noviembrede 1811.

Durante su estancia en Sevilla fue uno de los participantes en la tertulia de Pablo de Olavide, lo que influyó para que comenzara a escribir poesía amorosa y redactó la primera versión de la tragedia El Pelayo (1769) y la comedia El delincuente honrado (1773). Pelayo o La muerte de Munuza es la única tragedia redactada por Jovellanos. Es obra de juventud, compuesta en Sevilla, en 1769, cuando su creador contaba con veinticinco años de edad, si bien fue corregida entre 1771 y 1772. La obra fue objeto de una reelaboración que dio lugar a una versión nueva, hecha entre 1782 y 1790. Se debió transmitir en manuscrito. Sólo en 1792 apareció una impresión, y ésta de carácter pirata. Su representación no tuvo lugar hasta 1782, trece años después de ser escrita; en aquel año se estrenó en Gijón. A principios de octubre de 1792 tuvo lugar su estreno en Madrid». La contribución de Jovellanos a la comedia se reduce a una sola obra, y ésta en los límites del género: El delincuente honrado, escrita en Sevilla para la tertulia de Olavide, y estrenada en Madrid veinte años más tarde, en 1767. Se trata de una comedia sentimental, derivación española de la «comédie larmoyante», creada en Francia porNivelle de la Chausée.

Jovellanos cultivó varios géneros literarios (como poesía y teatro) pero sus escritos principales fueron ensayos de economía, política, agricultura, filosofía, costumbres; desde el espíritu reformador del Despotismo ilustrado. Entre ellas destacan el Informe sobre la ley agraria que escribió en una primera versión en 1784 pero que no envió hasta 1787 a la Sociedad Económica Matritense, quien la remitió al Consejo de Castilla y que se publicó en 1795. En ella Jovellanos se muestra partidario de eliminar los obstáculos a la libre iniciativa, que dividía en tres clases: políticos, morales y físicos. Entre ellos estaban los baldíos, laMesta, la fiscalidad, la falta de conocimientos útiles de los propietarios y labradores, las malas comunicaciones y la falta de regadíos, canales y puertos. Para corregir esta situación Jovellanos propone que los baldíos y montes comunales pasaran a propiedad privada, disolver la Mesta, cercar las fincas, y que los arrendamientos estuvieran basados en el pacto libre entre los colonos y los propietarios, además de la limitación de los mayorazgos y la supresión de la amortización eclesiástica o de la eliminación de las trabas sobre los agricultores, además de la reforma de los impuestos. A esto habría que añadir la reforma de la enseñanza, para hacerla más práctico, dándole más importancia a las materias científicas, y la inversión del Estado en obras públicas. Estas medidas crearían las condiciones para la constitución de un mercado de tierras, un aumento de la producción y la creación de un mercado nacional unificado que posibilitarían que aumentara la población y su nivel de vida, lo que serviría de base para el inicio de la industrialización.

También tradujo el primer libro de El paraíso perdido de Milton. Fue el impulsor de una serie de mejoras en su ciudad natal, como la carretera Gijón–León, que aunque no vio terminada, significó el traslado del comercio marítimo asturiano desde el puerto de Avilés al de Gijón. Además, impulsó todo tipo de reformas en el ámbito nacional, siendo un ilustrado clave de la época.

Obras

§ Obras teatrales: Pelayo / Munuza, tragedia. Sevilla, 1769 y El delincuente honrado, Sevilla, 1774.

§ Composiciones poéticas y romances.

§ Elogio fúnebre del marqués de los Llanos de Alguazas. Leído en la Sociedad Económica Matritense el 5 de agosto de 1780.

§ Elogio de Ventura Rodríguez. Madrid, 19 de enero de 1788 Sociedad Económica Matritense.

§ Elogio de Carlos III. Leído en Real Sociedad Económica de Madrid el 8 de noviembre de 1788.